- Alquiler sin llave
- Transmisión automática
- 4 puertas
- 5 asientos
- 4 maletas grandes
- Lleno/lleno
- Aire acondicionado
- Android Auto
- Apple CarPlay
- Cámara de visión trasera
- Bluetooth
Alquilar un coche con la aplicación de Liigu: ¿cómo funciona?
¡Es como tener tu propio coche esperándote en el aeropuerto de Lisboa!
Con Liigu, no necesitas acercarte a un mostrador de alquiler de coches. Para encontrar el coche y comenzar con el alquiler, solo necesitas tu smartphone: nosotros te daremos todas las instrucciones. Así que, después de aterrizar, puedes ir directamente al aparcamiento desde la Terminal 1 o la Terminal 2 y ponerte en marcha.
¿Necesitas un coche en el centro de Lisboa? Nosotros lo organizamos. Los coches de transmisión automática de Liigu te ayudan a lidiar con el tráfico en esas calles tan cautivadoras como estrechas.
¿Viajas con la familia? Tenemos asientos infantiles para disfrutar de un viaje seguro con tus pequeños. También aceptamos mascotas bien educadas. Lavamos y desinfectamos cuidadosamente todos los coches de alquiler. También ofrecemos cancelación gratuita hasta 24 horas antes de la hora de recogida por cambios de planes inesperados.
Descubre las colinas de Lisboa de la mejor forma posible: ¡en coche!
Alquilar un coche es la forma más cómoda de viajar hacia el océano o explorar todos los puntos de interés en los alrededores de Lisboa. Si ya estás en Portugal, ¿por qué no visitas Oporto o Faro? Puedes llegar a estas dos ciudades en un par de horas.
Lisboa es una ciudad con colinas, muchas calles estrechas y un tráfico complicado. Si vas a moverte sobre todo por el centro, te recomendamos alquilar un coche más pequeño. Así te resultará más fácil aparcar en Lisboa. En el centro hay poco sitio para aparcar en la calle. Por lo tanto, para ahorrar tiempo y evitarte complicaciones, usa los aparcamientos que encontrarás por toda la ciudad.
Si piensas ir a las playas cercanas a Lisboa o visitar otros lugares de Portugal, sería conveniente alquilar un SUV o un coche más espacioso y cómodo.
El límite de velocidad en las zonas urbanas de Portugal suele ser de 50 km/h. Las autopistas tienen un límite de velocidad de 120 km/h y las vías interurbanas, de 90 km/h.