¡Es como tener tu propio coche esperándote en el aeropuerto de Valencia!

Con Liigu, no necesitas acercarte a un mostrador de alquiler de coches. Solo necesitas tu smartphone para encontrar el coche y comenzar con el alquiler: nosotros te daremos todas las instrucciones que necesites. Así que, después de aterrizar, puedes ir directamente al aparcamiento desde la Terminal 1 o la Terminal 2.

¿Necesitas un coche en la ciudad de Valencia? Nosotros lo organizamos. Los coches de transmisión automática de Liigu te ayudan a lidiar con el tráfico en esas calles tan cautivadoras como estrechas.

¿Viajas con la familia? Tenemos asientos infantiles para disfrutar de un viaje seguro con tus pequeños. También aceptamos mascotas bien educadas. Lavamos y desinfectamos cuidadosamente todos los coches de alquiler. También ofrecemos cancelación gratuita hasta 24 horas antes de la hora de recogida por cambios de planes inesperados.

Alquilar un coche es la forma más cómoda de descubrir las impresionantes playas de la costa mediterránea española.

El tráfico en Valencia y alrededores no es complicado, pero conducir por las calles de sentido único del centro puede suponer un desafío. Para ayudarte a concentrarte en la carretera y que tu viaje sea lo menos estresante posible, los sistemas de navegación de todos los coches de Liigu corren por nuestra cuenta. Si vas a moverte sobre todo por el centro, te recomendamos alquilar un coche más pequeño. Te resultará más sencillo aparcar. Si piensas ir a las playas cercanas a Valencia o visitar otros lugares de España, sería conveniente alquilar un SUV o un coche más espacioso y cómodo.

Es conveniente conocer algunas normas de circulación españolas antes del alquiler. Primero, cuando vayas a la playa, evita aparcar cerca de la arena. Aparcar en una zona de especial protección medioambiental podría acarrearte una multa muy alta. Segundo, en España no está permitido conducir sin camiseta, descalzo, con chanclas o con una mano o brazo fuera del vehículo. La policía española no suele aceptar las típicas excusas de los turistas. Así que, si vas a conducir, no te pongas las chanclas hasta que llegues a la playa.

El límite de velocidad en las zonas urbanas de España suele ser de 50 km/h. Las autopistas tienen un límite de velocidad de 120 km/h y las vías interurbanas, de 90 km/h.